El Método Capablanca

Escrito por Anatemas Fist Bar! el 22/02/2013

Para la inmensa mayoría de los ciudadanos de la urbe, Fist Bar! constituía un misterio. Ajenos al mundanal ruido, la parroquia se ejercita en el noble ejercicio de la conversación, en el ajedrez considerado como una de las Bellas Artes y puesto en escena a modo de método, en la contemplación de la imageria, o en el deleite aural de los sentidos. Inclusive, se regalaban conciertos.

En Fist Bar! no tuvieron nunca lugar las máquinas tragaperras ni recreativas, el vulgar futbolín, o los juegos ocultos de azar. Ni siquiera una simple máquina expendedora de cigarrillos. Tampoco se subastaban vidas, y no se ejercía el pesado ardid del cotilleo urbano.

Era una norma no escrita el no promover ni ofertar actividades que degradaran al ser humano como tal. Todo lo que, en conjunto, dificultaba enormemente la tarea de los huelebraguetas, o la del lumpen sin oficio ni beneficio, hurgando de puerta en puerta por la parte baja de Barcelona, en busca de una oportunidad que les permitiera obtener cuatro perras a cambio de una falsedad.

En los alrededores de Fist, alrededores donde el ajedrez estaba prohibido, merodeaban los contrabandistas. Saldrán a relucir estos contrabandistas y merodeadores en ediciones futuras del programa, pero no hoy. La genialidad consiste en saber transgredir las reglas en el momento adecuado. Y la trangresión y la combinatoria son artes que los responsables del lugar conocen bien.

La Funambulista Musical nos habla hoy de como cualquiera de nosotras podía ser el Rey o la Reina del tablero, en el día de su cumpleaños.

Septiembre de 1991, mi regalo de cumpleaños FistBar!, además de una fiesta, es el primer larga duración del músico Barry Adamson como solista, editado en 1989 y completamente instrumental.

Anatemas FistBar! Radio Show nº 17: El Método Capablanca

Por la noche, DJ Kollaps sale de casa, tras haber estado jugando contra «Kasparov Conquistador» a nivel ocho. Dos horas placenteras con una victoria final.

Mientras bajan las escaleras de casa para ir juntos a Fist, Kollaps comenta a Delfín:

Hoy me voy a poner serio. Serio porque es el título de la canción UV Pop que vamos a escuchar hoy, y serio porque en Fist Bar somos muy serios.

Como un día me dijo una muy buena amiga: «Todo el mundo cree que la noche es simplemente pasarlo bien, bailar, colocarse, evadirse y jiji-jaja…»

En Fist Bar!, ademas de pasarlo bien, se lee a Nietzsche, se juega al ajedrez, se habla de cine independiente, de filosofía, de la última exposición de arte o fotografía, se intenta entender el mundo y arreglarlo. Esto es muy serio.»

Cerca, en la calle Pedro Las Tortras, están los templos dedicados a la lujuria, frecuentados por delincuencia de guante blanco. Y es de notar que por aquel entonces, cuando estaban censados cerca de diez mil establecimientos de concurrencia pública en el centro histórico de Barcelona, la visitante elige, encuentra y acude expresamente a Fist Bar!, como acude a un hermoso amante al que volvemos una y otra vez, sin importarle las muchas veces que la rechaza.

Una vez en su interior, parejas de cualquier color sentadas tranquilamente sin estar perturbadas por nada y por nadie durante su visita y estancia: Pensar, elaborar planes y también tener una pizca de fantasía.

Cinco lustros después, debe una esperar encontrar espacios inodoros, incoloros e insípidos; los cuales okupan el centro histórico de la ciudad, para una sentir ese aburrimiento pijo, propio de la gente sin hogar ni patria, el cual de manera muy lejana evoca y recuerda a esa tranquilidad o intranquilidad que vivimos durante aquellos peligrosos años.

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