Primavera Sound 2018: crónica del sábado

Nos disponíamos a afrontar un último asalto que nos tenía ya un poco k.o. Con la suela quemada después de las enormes caminatas, saltar y bailar como si no hubiera mañana, la última jornada también se afronta con la pena de saber que las horas que quedan serán las últimas de este año y que tendremos que esperar 362 días para volver a disfrutar del primer gran festival del circuito nacional. Ayer la organización confirmó en rueda de prensa que la edición del año que viene tendrá lugar del 30 de mayo al 1 de junio de 2019.

Dicho esto, vamos a entrar en materia, no llegamos a tiempo para poder coger un buen sitio en el espacio The Warehouse donde se desarrollaba el otro proyecto musical de Jónsi (Sigur Rós) y que se presentaba bajo el nombre Liminal Soundbath with Jónsi, Alex Somers and Paul Corley. Conocidos nos comentaron a posteriori del show, que podía ser un poco cargante hasta dos horas de sonidos a modo viaje.

Pocas veces se ven silencios tan abrumadores como el vivido con Jane Birkin: sin duda, encontrarse con una dama de la escena (LA Birkin, por así decirlo) es todo un lujo, o mejor dicho, una fiesta que reunió un público de lo más diverso. Disfrutar de la música de Gainsbourg en versión sinfónica con la voz de Birkin al mando bien merece ser recordado como uno de los puntos álgidos del festival.

Aprovechamos para comprar algún que otro vinilo por los stands del recinto hasta que llegó la hora de tomar posiciones para presenciar uno de nuestros conciertos top y es que en el escenario Primavera Apple Music estaba a punto de arrancar el concierto que Slowdive tenía previsto. Cuando los británicos anunciaban su regreso en 2014 con una serie de exclusivos conciertos, entre los que el Primavera Sound estaba dentro de su agenda, poco podíamos esperar que cuatro años después los volveríamos a tener aquí y encima con uno de los mejores discos que ha dejado el 2017.

Muchos somos los que todavía tenemos en la retina el magistral directo en la sala Apolo hace apenas cuatro meses y los de Rachel Goswell lo volvieron hacer, crearon una atmósfera de precioso dream pop tan melancólico como ensoñador. Desde que abrieran con Slomo pasando por Star Roving o una insuperable Sugar For The Pill, todas ellas de su último y homónimo trabajo bien cargadito de shoegazing. Souvlaki Space Station de su disco “Souvlaki” (1993) creó atmosferas cargadas de sentimiento. Muchos coincidiremos en que el momento éxtasis del set vendría de la mano de Crazy For You de su “Pygmalion” (1995) donde cerrar los ojos y dejarte envolver por el derroche de sensibilidad era apuesta ganadora. 40 Days sería la encargada de poner punto final a un set ensoñador y en el que todos tus sentidos cobran vida. Mejor concierto del Primavera Sound 2018 con el permiso de Nick Cave.

En el escenario Ray-Ban se iniciaba el directo de los americanos Grizzly Bear que después de varios años sin pisar el festival y sin lanzar álbum, el pasado año vio la luz “Painted Ruins” (2017). Después de cinco años ausentes, vuelven con nuevo material y regresan al festival para recordar que siguen aquí Ed Droste y el resto de la banda. Los norteamericanos nos ofrecieron un repaso a sus anteriores álbumes con temas como Yet Again o la preciosa Sun In Your Eyes, para mostrarnos también temas de Painted Ruins como la majestuosa Losing All Sense ejecutada de manera precisa o la potente y colorida Mourning Sound, que sonó a las mil maravillas.

Nuestra primera intromisión del día en el escenario Mango fue para disfrutar de un directo muy esperado. Los británicos Arctic Monkeys (por primera vez en Primavera Sound) venían dispuestos a poner el festival patas arriba. Después de unos cinco años sin publicar disco, el pasado 11 de mayo veía la luz su nuevo álbum “Tranquility Base Hotel & Casino”, un trabajo mucho más maduro y que dista más del sonido que nos tienen acostumbrados. Sin lugar a dudas, es mucho más personal tal y como el propio Alex Turner ha confirmado. El setlist estuvo plagado de los temas que han ido forjando a la banda, desde sus inicios con temas tan potentes y rotundos I Bet You Look Good on the Dancefloor, The View from the Afternoon o Brainstorm. Del nuevo disco rescataron la que da nombre al disco, Batphone, One Point Perspective, She Looks Like Fun y Four Out of Five.

Deerhunter es de esas bandas que ha crecido conjuntamente con el festival. Desde la publicación de su primer álbum en 2005, la banda de Bradford Cox ha sido una asidua al festival y presente en muchas ediciones. Los americanos volvían este año después de presentar en 2016, “Fading Frontier”. Tras su confirmación en esta edición y las noticias de un nuevo álbum para este año, ya pudimos presagiar que sonarían nuevos temas y así fue, nuevo material agradable, como un soplo de aire nuevo y fresco, y con esa misma energía que derrochan habitualmente. No faltaron temas de sus anteriores discos como el aclamado y forjado en casi un himno Desire Lines o Revival, esa pieza de pop ensoñador y vibrante.

Corriendo íbamos a nuestro próximo destino, al escenario Primavera With Apple Music, el turno era para el dúo de Baltimore, Beach House, una tremenda emoción recorría nuestro cuerpo por tener de nuevo a la banda en nuestro territorio. Único concierto en festival europeo y con nuevo álbum en el mercado, “7” (2018) que vio la luz hace apenas un par de meses, nos sentíamos obligados a acudir al que fue un directo sublime.

Victoria Legrand y Alex Scally desgranaron “7” con esa delicadeza y suavidad que evoca cada nota y cada acorde. Nuevos temas como Black Car o Dive, no dejaron al personal indiferente, el dream pop se fue apoderando de todo el recinto durante la hora de concierto que como siempre fue una experiencia inolvidable, rozando casi el misticismo, habiendo cabida en temas de anteriores trabajos, Wild o Lazuli de “Bloom”(2012), Space Song de “Depression Cherry” (2015) o Elegy The Void de “Thank Your Lucky Stars (2015). En pocos meses, tendremos nuevamente la oportunidad de verlos en sala y ver como funcionarán sus nuevos temas de manera más íntima y cercana, de la mano de Primavera Sound.

En el Bacardí Live estaba a punto de darse una batalla épica entre el hombre y las máquinas, donde el dominio del inglés Jon Hopkins se impuso, firmando de nuevo un concierto sublime y uno de los mejores que ha dejado la presente edición en el apartado electrónico. Dicho esto, tengo que decir que me faltó más sonido duro o rienda suelta a su “Insides” (2009) del que solo rescató una Light Through the Veins efectiva pero muy lejos de las soberbias Vessel o Colour Eye. Aun así, el mundo que plantea Hopkins a través de sus composiciones de sintes y acordes de piano muy marcados, como es en el caso de Luminous Beings son un auténtico frenesí de emociones en directo, con más de 12 minutos de duración, siendo el tema más largo de “Singularity”.

Con una precisión quirúrgica presentó los temas de su recién estrenado Singularity del que también rescató Emerald Rush, o la que abre y da nombre el disco. Tampoco se olvidó de su celebrado Inmunity, anterior trabajo con dos cortes tan hipnóticos como trepidantes como son Collider y Open Eye Signal culminando lo que se podría llamar un viaje a las entrañas del mismo Hopkins.

La nueva apuesta del Primavera Sound, The Warehouse cumplió las expectativas y semejanzas a The Warehouse Project de Manchester. Su ubicación, un parking subterráneo del Fòrum hizo las delicias de todo aquel/lla que se aventuraba a un espacio prácticamente a oscuras, solo roto por las luces epilépticas y que junto a un humo desmesurado hacían de éste una experiencia sin igual, por no hablar del sonido que prestó Bowers & Wilkins y que Evian Christ usó para hacer auténtica apología del sello Warp Records, sacudiéndonos con un sonido tan contundente como propio.

Para ir rematando la faena y a pocas horas de dar por finalizada la edición 2018, no quisimos perdernos a Lindstrøm, el noruego aterrizaba en el festival para presentar su último álbum publicado el pasado año. “It’s Alright Between Us As It Is” (2017) su primer disco en solitario en seis años. A Lindstrøm estamos acostumbrados a verlo en proyectos conjuntos con Todd Terje y Prins Thomas pero ahora es el momento de un nuevo viaje, nuevos sonidos marca de la casa, derrochando frescura y provocando que el público baile hasta dejarse la suela de la zapatilla y disfrute de estos innovadores sonidos made in Norwegian.

Como viene siendo habitual, y muy a pesar nuestro, los últimos cartuchos correrían de la mano de Dj Coco, encargado de cerrar el festival con un set aburrido y prácticamente igual que cada año. A nuestro parecer el festival debería tener más oferta para el cierre del festival ya que éste debería de ser apoteósico, a no ser que quieran que la gente marche antes de hora. Aun así, satisfacción de la mayoría de gente procedente de 163 países y de las 215.000 personas que se han congregado durante los tres días en el Parc del Fórum y las jornadas gratuitas, tanto la del miércoles en el mismo recinto como las actividades que se han celebrado estas últimas semanas por toda la ciudad. Hasta el año que viene.

Crónica de Esther Solano y Manel Ferrer | Imágenes de Toni Rosado

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