«Blackstar» es una perturbación cósmica fascinante.

A sus 68casi69 años David Bowie aprieta un poco más la rosca a su longeva, exitosa y creativa carrera y lo hace como sólo una leyenda capaz de mutar de piel una y mil veces es capaz de hacer. Como ya sabéis, su nuevo single «BlackStar» se ha estrenado a través de un cortometraje que llega a los 10 minutos y que ha sido dirigido por Johan Reneck, uno de los realizadores de Breaking Bad y The Last Panthers, donde ya sonaba un extracto de la canción en sus créditos.

El caso es que el video es realmente fascinante. Quizá tengamos la mente un poco enferma pero la atmósfera que consiguen Reneck y Bowie en lo que algunos tardamos en hacernos la cena es realmente inquietante. Cadáveres de astronautas (en clara referencia a la muerte de Major Tom), mujeres con cola de gato, movimientos espasmódicos a gogó, hombres crucificados y Bowie en plan black mesiah desbordando carisma por los 44 costados… No me digáis que no es maravilloso. Todo bañado por uno de los sonidos más experimentales que se le recuerdan a Bowie en los últimos años, donde el krautrock salpica una tela perturbadoramente creada a partir de retales jazzísticos.

Para ello, Bowie ha contado con un grupo de músicos de jazz para interpretar música rock y aportar así una nueva dirección a ‘Blackstar‘ (con un aire de desasosiego permanente viendo y escuchando el tema) según las palabras de su veterano productor Tony Visconti y colaborador habitual del músico británico.

El disco sale a la venta el 8 de enero, día en que el cantante cumple 69 años. Su último trabajo fue The Next Day, publicado en 2013, aunque por el camino entre ese disco y Blackstar editó «Sue (or in a Season of Crime)«, un sencillo que publicó hace un año y que era un ejercicio de estilo jazz realizado con el acompañamiento de The Maria Schneider Jazz Orchestra.