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Cala Mijas 2022: crónica del viernes

Escrito por el 02/09/2022

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Arrancamos la segunda jornada en el festival Cala Mijas, probablemente el día con el cartel más potente del festival. Maria Arnal i Marcel Bagés son los encargados de abrir el escenario Sunrise: el dúo catalán siguen presentando a lo largo de nuestro país su celebrado segundo trabajo “Clamor”. Con una Maria Arnal sonriente y radiante, ofrecieron “Clamor” prácticamente en su totalidad, empezando con El Cant de la Sibil·la, Milagro, El Gran Silencio (tema que podría haber firmado Björk) y saltando a su debut “45 Cerebros y 1 Corazón” con La Gent, Bienes, Canción Total, Tú que vienes a rondarme… Pese a que la contundencia de los bajos en los tramos más techno era excesiva (eclipsaba la voz de Arnal) y tener todos los instrumentos de Nick Cave en el escenario despistaban nuestra mirada de lo que realmente importaba, el magnetismo e intensidad vocal de Maria Arnal nos condujo por donde ella quería. Un directo intenso y con mensaje.

Maria Arnal

De Maria Arnal saltamos al otro extremo, la electrónica de MEUTE, una marching band de música techno formada por once percusionistas y trompetistas alemanes que han reinventado el techno y la EDM en directo con sus ritmos hipnóticos. Tras hacerse virales en internet a raíz de sus actuaciones callejeras en Hamburgo y Berlín, MEUTE se han convertido en una de las bandas más solicitadas en los festivales. El sonido de la tuba, los trombones, los saxofones o las trompetas generan un sonido contundente que, gracias también a una gran habilidad técnica y una simple pero efectiva coreografía, conducen al público por donde quieren, agachándose poco a poco y ralentizando el ritmo hasta quedarse en el suelo para saltar al unísono en una comunión con el público como pocas veces se ve.

MEUTE

Mientras anochece el público empieza a congregarse en el escenario Sunrise, donde Nick Cave & The Bad Seeds ofrecerá su particular liturgia. Han pasado tres años desde la publicación de “Ghosteen” y, aunque la pandemia no ha paralizado a Nick Cave (todo lo contrario, su culo inquieto le llevó a publicar “Carnage” con Warren Ellis y una gira conjunta por Reino Unido, ha publicado dos libros, una gira de presentación y una banda sonora), este verano tocaba gira con los Bad Seeds: nos la debían, nos la debíamos todos. Y cumplieron las expectativas con creces. Cala Mijas resultó ser el lugar perfecto para disfrutar de su directo en las distancias cortas, sin agobios; este concierto era el penúltimo de la gira y se les notaba enchufados y con ganas de darlo todo.

Con el álbum “Push The Sky Away” empezó la trilogía del Nick Cave & The Bad Seeds más introspectivos, más sosegados y más sentidos (Cave ha pedido a dos hijos en 2015 y 2022, de 15 y 31 años respectivamente). La tragedia ha marcado la vida y la obra reciente de Nick Cave, quien poco a poco ha ido desentrañando su sonido rock en algo más abstracto (y aquí incluimos su proyecto “Carnage” con Warren Ellis), pero todo este nuevo catálogo de temas más sentidos, sin ritmo (I Need You, Waiting For You o Bright Horses) encajan a la perfección con el sonido Bad Seed ametrallador de antaño, como Get Ready For Love (¿hay una apertura mejor?), There She Goes, My Beautiful World, From Her To Eternity, Red Right Hand o City of Refuge. Apostar por temas lentos a piano en un festival es una decisión arriesgada, y bascular de un tema lento y sentido a uno enérgico para acabar riéndose con el público, requiere de una habilidad y una seguridad escénicas como pocos tienen; las tablas sobre el escenario de sus Bad Seeds y Warren Ellis, su director de orquestra, también ayudan. Pese a los pasajes más atormentados de su directo, Nick Cave transmite seguridad y, en definitiva, se siente en paz consigo mismo, algo que el público nota y celebra.

Kraftwerk supusieron el contrapunto perfecto al directo de Nick Cave: un descanso emocional y una entrada paulatina hacia los directos de electrónica que nos deparaba la noche. Aunque de la formación original ya solo queda Ralf Hütter (Florian Schneider falleció al principio de la pandemia a causa de un cáncer), el hecho de que Kraftwerk sigan girando por todo el mundo es el meor testimonio de su legado, respetados por un público que abraca varias generaciones. Con un show audiovisual calculado de forma milimétrica, Kraftwerk ofrecieron un extenso repaso a su discografía (“The Man-Machine”, “Computer World” o “Radioactivity”). Aún con las gafas 3D facilitadas por la banda, su efecto en los visuales era un poco pobre, pero se agradeció que los visuales incluyeran guiños al público local. Temas como The Model, Computer Love o Boing Boom Tschak fueron de las más celebradas.

The Chemical Brothers

Cerramos en el escenario grande con The Chemical Brothers y su artillería electrónica para todos los públicos. Ed Simons y Tom Rowlands arrasaron en el escenario Sunrise ante un público sediento de los Chems, empezando con Block Rockin’ Beats y Song To The Siren; Hey Boy, Hey Girl no tardó en caer. De su último trabajo, el excelente “No Geography” (2019), nos ofrecieron Got To Keep On (una de las que más gustaron), MAH o Eve of Destruction, a las que siguieron un par de temas nuevos (hay nuevo trabajo cocinándose), Wide Open, Escape Velocity / The Golden Path, Out Of Control, Do It Again, Star Guitar (con un snippet del Temptation de New Order), Swoon y Galvanize, el broche de oro a un set memorable donde todos los visuales de esta gira eran nuevos. Junto con Kraftwerk, The Chemical Brothers son el pasado y el presente de la electrónica, pero también el futuro.

Imágenes: Toni Rosado

The Chemical Brothers

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