Crónica del concierto de Peter Hook & The Light en Barcelona
Escrito por Manel Ferrer el 28/11/2017
Las ya habituales visitas de Peter Hook a nuestra ciudad para presentar los respectivos álbumes de Joy Division, y en esta ocasión el recopilatorio »Substance» de New Order, son motivo de peregrinación para todos los nostálgicos de aquel inconfundible sonido ochentero que así mismo se mezclan las generaciones que suben y no dudan en llenar la sala para bailar y dejarse llevar por la nostalgia de himnos que han aportado tanto a la industria musical.
Pero no nos engañemos, Peter Hook & The Light son una banda tributo pero con la particularidad de que cuentan en sus filas con uno de los principales fundadores de lo que ahora defiende y desarrolla con la ayuda de la banda de su hijo. Lo que empezó como un proyecto puntual con la gira de celebración del «Unknown Pleasures» en 2010, se ha consolidado girando sin descanso con gran éxito por allá donde pasan. Culpa de ello, los interminables setlists que parecen ideados por los fans más devotos y una puesta en escena simple pero eficaz. En esta ocasión y bajo el lema «performing the albums Substance by Joy Division & New Order», Peter Hook desengranó estos dos álbumes tan míticos como esenciales, introduciendo la electrónica en un género vetado a los sintes y teclados hasta ese momento y así crear un nuevo estilo que a día de hoy sigue siendo una gran influencia.
La primera parte del concierto vino marcada por el »Substance» de New Order, repasando todos y cada uno de los cortes. Arrancó con Ceremony, tema muy celebrado y que dejaba ver las intenciones de un Peter cercano, a pesar de que va a por faena y no se explaya mucho con el público. El synth pop de Confusion o Subculture no daban tregua al baile, pero como no podía ser de otra manera Temptation y Blue Monday se llevaron los mejores vitoreos de esta parte del concierto, haciendo quemar suela a todos los presentes. Bizarre Love Triangle fue la más celebrada del tramo final de New Order, culminando con True Faith una hora cargada de sentimientos y nostalgia que a mi parecer estuvo un poco empañado por el bajo volumen del micro de Hook.
Después de un breve descanso, Peter y los suyos asaltaban de nuevo el escenario para dar inicio a la parte más esperada para el que firma estas líneas. Una acelerada Warsaw hace enloquecer a toda una sala que parecía estar esperando el post-punk de Joy Divison más que la electrónica que acabábamos de dejar atrás. Lo que nos venía encima era de traca, Leaders Of Men y Digital se enlazan magistralmente. Aquí parecen haber solucionado los problemas de sonido y también vemos a un Peter Hook mucho más entregado con la causa, como si esto fuese más con él. Transmission o She’s Lost Control ya hacían estragos entre un público que lo dio todo.
La parte más triste o melancólica del set, por llamarlo de alguna manera, se la llevaría Atmosphere, imposible no cerrar los ojos y recordar a Ian Curtis. Acto seguido la locura se desata cuando se escuchan los primeros acordes de Love Will Tear Us Apart, himno antológico donde la gente estalló de alegría y se dejó la voz en todo momento. Final apoteósico para encarar, ahora sí, la parte final de un concierto que contaría con un bis que no tuvo nada que ver con lo normal. Siete fueron los temas que sonaron, mezclándolos de las diferentes etapas de Joy Division y New Order. No se olvidaron de These Days o Isolation y como no podía ser de otra manera no faltaron Disorder o Shadowplay, con las que cerraba una actuación de casi tres horas. Trenta temas donde el legado hizo prácticamente invisibles las pequeñas adversidades.
Crónica de Manel Ferrer | Imágenes de Toni Rosado
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