Crónica del secret show de Foo Fighters en la sala Barts de Barcelona
Escrito por Manel Ferrer el 19/09/2017
Foo Fighter, la banda liderada por Dave Grohl hizo alarde de su poderío y fuerza en un concierto que se recordará por mucho tiempo como algo épico. Si tener un grupo del calibre de los estadounidenses en la ciudad es algo para tener enmarcado en el calendario, la cosa coge una mayor magnitud cuando el concierto se presenta en un formato con el título de secret show y se celebra en una sala como la Barts, aumentando las expectativas y haciendo de algo tan grande como son Foo Figthers algo íntimo y muy familiar. Las caras de satisfacción de los afortunados fans lo decían todo, ya que fueron pocos los privilegiados que se agolparon con una invitación a tan digno espectáculo ideado por una magnífica campaña de promoción.
A pesar de que no pensaran lo mismo los que se quedaron sin entradas, los 15 años que han tardado en pisar suelo barcelonés quedó un poquito saciado gracias a un set list muy generoso, donde alternaron con gran maestría sus clásicos con el más reciente ‘Concrete and Gold‘, publicado un día antes del concierto y del que brillaron temas como ‘The Line‘ o ‘Run‘, este trabajo que suma el noveno de la trayectoria del grupo fue muy bien recibido y a pesar de lo prematuro que es la gente demostró que venía con los deberes hechos de casa.
Como dijo Dave Grohl, nos iban a regalar temas de todas sus épocas y un buen repaso a todos sus discos y en la primera parte del show ya se pudieron escuchar trallazos como ‘I’ll stick around‘, de su álbum debut de 1995 y que abría la veda; aquí nadie recordaba ya la casi hora de retraso que tardaron en salir al escenario. Acto seguido y sin bajar el pistón ‘All my life‘ y ‘Learn to fly‘ iban calentando el nivel de una sala que sudaba adrenalina. Hasta el cuarto tema ni rastro de ‘Concrete and Gold‘ haciendo la primera aparición con ‘The Sky Is A Neighborhood‘.
Los de Seattle no se guardaron nada en las casi tres horas de concierto y veinticinco temas, que encandilaron y alternaron con discursos en forma de celebración. Navegaron por ‘One By One‘ (2002) y como no podía ser de otra manera recurrieron a su segundo disco ‘The Colour And The Shape‘ (1997) para liar un buen follón en forma de pogo con la tremenda ‘Monkey Wrench‘ o la desbocada ‘Everlong‘, siendo ésta la encargada de cerrar una noche memorable. Antes, la banda hizo una demostración demoledora de un grunge que parece que todavía sigue en los noventa, pero unos noventa actuales donde es posible mezclar una actitud con tu forma de vida o así nos lo quieren hacer ver Grohl enfundado en camiseta agujerada y los suyos que se sumergieron en ‘My Hero‘, ‘The Pretender‘, ‘Breakout‘, ‘This Is a call‘ o su mega himno ‘Best Of You’ por mencionar solo algunas, en una parte del concierto en la que la melancolía de aquellos años son comparables al estado de gracia que la banda atraviesa desde prácticamente sus inicios.
Un concierto que seguro no apagará las ansias de todos aquellos que nos quedamos en noviembre de 2015 sin concierto por los atentados de Francia y la de todos aquellos que se han quedado sin la posibilidad de disfrutar de los Foo en la velada del pasado sábado, pero al menos ha servido para hacer más amena una espera que seguro no será tan larga como 15 años para tenerlos de vuelta en la ciudad condal y así cerrar la cuenta pendiente que tienen con todos sus fans.
Crónica de Manel Ferrer | Imágenes de Xavier Mercadé
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