Echo & The Bunnymen, armonía y oscuridad desde Razzmatazz
Escrito por Manel Ferrer el 02/10/2023
Los británicos Echo & The Bunnymen volvían a Barcelona cuatro años después para finiquitar su paso por la península de la mano de Houston Party, con un concierto donde volaron alto gracias a un espectáculo donde la nostalgia, el humo y las luces estroboscópicas fueron los grandes aliados de los de Liverpool. La reciente reedición de su primera recopilación, «Songs To Learn & Sing”, originalmente publicado en 1984, fue el pilar de un setlist en el que Ian McCulloch y Will Sergeant sacaron a relucir los tesoros más preciados de su primera época bajo el lema “Celebrating 40 Years Of Magical Songs”, con un concierto soberbio donde la sala Razzmatazz dejó su mejor versión con un increíble sonido.
Surgidos en Liverpool a finales de los setenta, Echo & The Bunnymen rivalizaron con los irlandeses U2 y fueron la alternativa al sonido Manchester, convirtiéndose en una de las bandas referentes del post-punk o la psicodelia del momento gracias a discos como “Crocodiles” (1980), “Heaven Up Here” (1981), “Porcupine” (1983) o “Ocean Rain” (1984), discos imprescindibles, convertidos a día de hoy en la gallina de los huevos de oro. Ver tocar la guitarra a Will Sergeant es una experiencia mística, donde el humo envuelve el escenario y a un Ian McCulloch que luce voz de manera exultante, mientras sus poses y dulce chulería siguen vistiendo chaqueta negra junto a sus inseparables gafas de sol.

A la espera de nuevo material, casi diez años después de “Meteorites” (2014), resolvieron muy bien ante un público que, a pesar de pedir nuevo disco, se rinde ante joyas como Going Up, Rescue o All That Jazz, de su debut «Crocodiles», y que sirvieron para abrir una velada un tanto corta, pero de una exquisitez rotunda. El rol que adopta Ian McCulloch encima del escenario es el que viene mostrando a lo largo de todos estos años: ¿cómo se puede dar tanto y tan poco al mismo tiempo? Estático, frío y nada cercano y aun así es capaz de atraparte para llevarte a su sombrío y melancólico terreno, mientras Will Sergeant nos deshace con riffs imposibles y pedaleras desconcertantes. Bring On the Dancing Horses, Seven Seas o la preciosa Nothing Lasts Forever con el famoso guiño al Walk on the Wild Side de Lou Reed eran una fiesta de new wave británica donde el art rock y las melodías ensoñadoras retumbaban fuerte en la sala. No se quedó atrás Over the Wall, sonando energética y fresca. Una vez más quedaba claro que Will es el principal artificiero, llevando el peso del fiel sonido que la banda gasta desde sus inicios.

Never Stop nos elevaba a ensoñadores ritmos bailables, pero como no podía ser de otra manera, The Killing Moon fue el momento más celebrado de la noche; el mar de teléfonos móviles así lo evidenciaba, mientras Ian McCulloch, enfundado en el papel de frontman del post-punk, enlazaba magistralmente The Cutter con el primer bis de la velada con Lips Like Sugar, atmósferas donde todo brilla. Pasados unos pocos minutos volverían a salir para hipnotizarnos con un sonido cautivador y una voz de Ian desgarradora con la preciosa Ocean Rain. Una vez más quedó claro que la sensibilidad y la ternura de este tema está entre lo mejor que se publicó en la década de los ochenta.
Seguimos con lo de siempre, Echo & The Bunnymen viven en gran parte del pasado, sin arriesgar, pero conservando todo su esplendor. Con un set que siempre navega por los mismos terrenos, aun así, son capaces de hacer conciertos tan maravillosos que se les perdona todo, uno de los mejores directos que recuerdo de la banda de Liverpool.
Texto: Manel Ferrer
Imágenes: Meritxell Rosell

Homjhf / 03/10/2023, (19:30)
Seguimos con lo de siempre, Echo & The Bunnymen viven en gran parte del pasado, sin arriesgar, pero conservando todo su esplendor. Con un set que siempre navega por los mismos terrenos, aun así, son capaces de hacer conciertos tan maravillosos que se les perdona todo, uno de los mejores directos que recuerdo de la banda de Liverpool.
Gran crónica , con ganas de verlos la próxima vez. Viven del pasado , de los años 80 ( los mejores años musicales )
👏👏👏👏👏