Cierra los ojos y abre tu mente. James Holden desde Razzmatazz

La visita de James Holden a nuestro país era una de las grandes propuestas de la escena electrónica para el mes de mayo. Lástima que las ganas de ver al británico quedaron eclipsadas por la multitud de conciertos que inundan Barcelona estos días, dejando una entrada de público muy discreta. Eso motivó que el concierto se trasladara de la sala 2 a la 3 del Razzmatazz con un ambiente inmejorable y un público entregadísimo.

La sólida propuesta que gasta en directo siempre va acompañada por la sencillez y el agradecimiento demostrado de manera muy tímida después de cada tema, desde que nos sorprendiera a todos con el increíble debut “The Idiots Are Winning” (2006). El carismático productor siempre nos ha regalado grandes dosis de notable experimentación en directo, sonidos lisérgicos y paisajes oscuros en el que su manera de hacer música nos muestra algo bonito y diferente. Sin visuales y con un juego de luces estáticas, el concierto fue una perfecta comunión entre lo digital y lo analógico, creando atmósferas de corte intimista y muy contundente. El sonido penetrante que “Imagine This Is A High Dimensional Space Of All Possibilities” (2023), publicado a través de Border Community (sello bajo el que ha publicado todos sus discos), dejó un concierto muy hipnótico.

La hora y veinte que duró el concierto fue un viaje absoluto donde la armonía era capaz de transportarte a un mundo paralelo. Common Land o Trust Your Feet, de aura tribal, contaron con una pequeña sección de cuerdas de la mano del percusionista y productor Camilo Tirado, quien marcó los tiempos y nos encandiló con sus mil cachivaches: desde panderetas a maracas y un sinfín de artilugios que acompañaron de manera magistral a un Holden que se presentaba con sintetizadores y una especie de modular de fabricación casera, mostrando formas diferentes de entender la música electrónica y de cómo llevarla a cabo en directo, donde cada vez está más alejado del sonido destinado a los clubs. El concierto, que estuvo centrado en los nuevos cortes, a excepción de algunas joyas como Renata de su disco “The Inheritors” (que justamente cumple la década este verano) o la belleza de Each Moment Like The First de “The Animal Spirits” (2017), estuvo marcado por el downtempo y la psicodelia fundiéndose en un precioso trance con ecos a Boards Of Canada.

El de South West nos tiene acostumbrados a su constante experimentación a la hora de crear su obra, adentrándose en sonidos que van desde el krautrock, la psicodelia, destellos de jazz o sonidos tribales. Son muchos los estilos en los que navega una sólida propuesta, siempre envuelta de una electrónica capaz de distorsionar la realidad o los patrones rítmicos que marcan las reglas de manera magistral. Así lo pudimos ver ya en la recta final con In The End You’ll know, pieza que eleva los sentidos a otro nivel, junto a Lump, corte que abre su debut en 2006, fueron de los momentos de mayor éxtasis de la noche.
James Holden nos brindó un lunes mágico, creando algo visceral y con mucha sensibilidad, haciendo que todos sucumbiéramos a su mundo.

Texto: Manel Ferrer
Imágenes: Toni Rosado