James Holden: krautrock y texturas electrónicas en la sala Apolo
Escrito por Manel Ferrer el 24/04/2015
Texto: Manel Ferrer
Fotos: Sara Llobet
Ni un año ha pasado desde su último paso por Barcelona en el Sónar 2014 y aun así el ya no tan joven productor inglés James Holden consiguió rozar un lleno en una sala Apolo que se vestía de gala para recibir al embajador de sello Border Community.
A sus 35 años James Holden navega entre paisajes forjados a ritmo de electrónica futurista e IDM de lo más juguetón. Así nos lo muestra con su último trabajo “The Inheritors” (2013) en el que se reinventa y por fin pone continuación siete años después de aquel sublime debut con “The Idiots Are Winning” (2006) con el que consiguió elogios a partes iguales de público y prensa. El famoso periódico británico The Guardian lo calificó en su momento como “el más deslumbrante debut en la electrónica desde ‘Music Has The Right To Children’ de Boards Of Canada”.
Por todo eso y más el jueves 16 de abril será recordado por muchos como uno de los mejores directos de electrónica que han pasado por sala en mucho tiempo en la ciudad condal. Con una puesta sencilla, visuales muy bien mimadas y un arsenal de cachivaches digitales (muchos hechos por él mismo), Holden se presentaba ante un público entusiasmado y deseoso de ver al británico acompañado por un más que notable batería.
Con ‘Rannoch Dawn’ ya le vimos las intenciones, krautrock ambient totalmente hipnotizador. Juntos empezábamos un viaje por finas texturas, donde los sonidos se solapaban y hacían un inicio del show perfecto. Todavía estábamos en estado de shock cuando por lo bajini escuchamos las primeras notas de «Renata», posiblemente el mejor tema de su último trabajo. Como un gran gurú de la electrónica consiguió enriquecer un discurso que ya tenía ganado.
Con el respetable totalmente entregado, Holden se dedicó a lo suyo y no dio tregua, ‘The Inheritors’ y ‘Gone Feral’ sonaron potentes y la complicidad entre su secuaz batería y él quedaba sellada. Los temas se sucedían y ni rastro del saxo que todos esperábamos que en algún momento entrara en escena, no fue así y el live quedó en dúo, no como en el Sónar, donde fueron tres. Me gustó mucho el hecho de no enlazar los temas como si fuera una sesión, entre pieza y pieza pudimos ver a un Holden tímido, cercano y muy agradecido, dando las gracias prácticamente al final de cada tema mientras nosotros nos dejábamos las manos aplaudiendo.
‘Blackpool Late Eighties’ fue un viaje por el techno más ácido del productor inglés, nueve minutos de auténtico regalazo sensorial, donde todos los sentidos eran pocos si cerrabas los ojos y te dejabas llevar. Ya para cerrar ‘The caterpillar’s Intervention’, colofón final de detalles que evocaban en un techno hipnótico y estética jazz.
Gran directo, me atrevo a decir que junto al concierto que pudimos presenciar de Plaid el pasado mes en el Caixaforum de Barcelona, es lo mejor del género que ha pasado por Barcelona en lo que llevamos de año.
Opiniones
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