Mark Lanegan, el hombre de negro que se pasó al gris

Que el frío atrae al Sr. Lanegan es algo que año tras año parece irse confirmando, pero no hay remedio mejor para entrar en calor que su envolvente voz. En formato acústico y acompañado de  una sección de cuerdas y viento y de Lyenn y Duke Garwood, quienes le también  le telonearon, Mark Lanegan nos presentaba su «Imitations».

La velada empezaba con Lyenn a oscuras bajo una permanente luz roja desgañitándose a base de falsetes al más puro estilo Buckley. Unos escasos 30 minutos y pasamos a Duke  Garwood, que ataviado con su guitarra bluesera hizo la espera más que amena.

Un silencio sepulcral reinaba en el teatro Barts… hasta que llegó él, esta vez con americana gris y con gafas, un atuendo al que no estamos muy acostumbrados pero que no impidió al cantante hacerse con el escenario tan sólo llegar. Con cara de pocos amigos, y siempre agarrado al micro, Lanegan desgranó a partes iguales los mejores temas de «Black Pudding» y «Imitations» que todavía no habíamos podido escuchar en directo además de las esperadas versiones de Sinatra, Sedaka e incluso la aplaudidísima «Satellite of Love» de Lou Reed. Unas felicitaciones por su cumpleaños y algún que otro comentario fuera de lugar ayudaron a que nos dirigiera más palabras de a las que nos tiene acostumbrados. Y es que nunca le habíamos visto tan comunicativo ni arreglado, aunque el fondo continúa siendo el gruñón tatuado de siempre.

El broche de oro a la íntima noche lo pusieron «On Jesus Program»  y la esperada «Halo of Ashes» de sus Screaming Trees que casi consiguen levantar al público de sus asientos. Para los que no estuvieron allí, os dejamos con una muestra del «Satellite of Love» de nuestro querido Lou, perdonen la calidad del vídeo, pero instagram es lo que tiene.

Una crónica de Isabel Sánchez-Vallejo.