MEO Kalorama 2024: crónica del jueves
Escrito por Manel Ferrer el 07/09/2024
Crónicas de MEO Kalorama 2024: jueves | viernes | sábado
Volvíamos por segundo año consecutivo a Lisboa para disfrutar de la tercera edición del festival MEO Kalorama, celebrado en el Parque da Bela Vista. A diferencia del pasado año, que compartió cartel y fin de semana con el festival Cala Mijas, este 2024 el festival malagueño ha desaparecido para dar paso a Kalorama Madrid, celebrado en las mismas fechas, del 29 al 31 de agosto.
Las cancelaciones de The Smile, Fever Ray y Soulwax, los dos primeros artistas obligados a cancelar por temas médicos, mientras que Soulwax canceló por daño en su material (su equipo quedó afectado por el diluvio en Madrid el día anterior), han empañado una edición que prometía mucho; eso pasa cuando tienes un cartel justo y se te caen tres nombres de tanto peso. Con una afluencia de unos 100.000 asistentes (algo menos que el pasado año), la organización sigue pecando en los mismos puntos negativos que en las ediciones anteriores. La más significativa: la falta de baños, colapsados prácticamente en todo momento. La polvareda de tierra no fue tan acusada gracias al césped artificial en el escenario principal, pero insuficiente en el resto de escenarios. Los puntos positivos siguen siendo la sostenibilidad, el increíble sonido y la hora de cierre, que este año se alargó hasta las 3.00 de la madrugada.
Si alguien pensaba que el concierto de Gossip iba a ser la presentación de su nuevo disco estaba totalmente equivocado. Los de Washington prefirieron montar una fiesta trepidante de auténtico frenesí synth pop recuperando sus hits más potentes y de toque festivo. De «Real Power” (2024) solo cayeron dos, cosa de extrañar cuando llevas 12 años sin sacar nuevo material. La vocalista Beth Ditto derrochó voz y dejó claro por qué la suya es considerada una de las voces más carismáticas del circuito. Funky y soul se alternaron con pinceladas de electrónica y una increíble energía encima del escenario que transformó el San Miguel en una bonita conexión con el público que se agolpaba para disfrutar de la intensidad de Ditto y su banda. Repasaron su trayectoria y no les bastó más que diez temas para montar una fiesta en la que era imposible no parar de bailar. ¡Listen Up!, Men In Love, Standing in the Way of Control / Smells Like Teen Spirit o Heavy Cross con la que cerraban, su corta pero intensa presentación.
Tras el frenético y divertido concierto de Gossip, era la hora de ponerse serios y buscar el mejor de los sitios para dar la bienvenida a uno de los grandes nombres del trip hop, impulsores en la década de los 90 junto a nombres como Portishead o Tricky, todos ellos de la grisácea Bristol. Massive Attack ofrecieron una propuesta audiovisual tan chocante como necesaria y como suele pasar en sus directos, muy enfocado en los problemas que sacuden a la sociedad. Las fábricas de armas, las fake news, el racismo, la desigualdad y la política, fueron temas llevados a cabo por unas visuales de rotunda precisión, de la que Netanyahu se llevó la peor parte.
Las constantes críticas contra el gobierno de Benjamín Netanyahu y su tiranía contra el pueblo palestino han sido una constante a lo largo del concierto. El propio Robert Del Naja lució un brazalete con la palabra Palestina en su brazo izquierdo y Grant Marshall pañuelo palestino alrededor del cuello. Una auténtica inmersión en forma de protesta que a momentos entristecía un show tan épico como gris.
También hubo para Putin, su invasión a Ucrania no quedó impune para los de Bristol que también cargaron con duras imágenes contra el exlíder de la KGB. Experimentos científicos, consumismo, el Ku Klux Klan, destrucción o el cambio climático, se alternaban con inquietantes imágenes de películas clásicas. Otro de los factores más significativos fueron la cantidad de cifras escandalosas que se fueron sucediendo en las pantallas. Presos políticos, ocupaciones de territorios palestinos o la más preocupante, la cantidad de dinero que EE. UU. ha gastado en armamento militar en la causa de Israel hasta días de hoy, nada más y nada menos que 297.000 millones de dólares que contribuyen de manera directa a la destrucción del pueblo palestino.
En lo musical, Massive Attack nos dejaron con una de las mejores sensaciones que te puedas encontrar en un concierto, precisos y sin fallos, con temas atemporales y bonitos como Unfinished Sympathy, Risingson, Teardrop, Angel o Group Four solo por mencionar algunos. Como no podía ser de otra manera, a las voces Deborah Miller, Elizabeth Fraser y Horace Andy se llevaron tremendas ovaciones. A estos se sumaron en directo la de los chicos de Young Fathers que interpretaron del tirón tres temas.
La sublime electrónica e infinitas guitarras llevadas al extremo, mutaban gracias a las dulces melodías, a veces de una extrema tristeza y otras de alegre desconcierto por todo lo que se sucedía en la pantalla que les arropó en todo momento. Mención especial al cover de Ultravox Rockwrok, este puso el toque más divertido de todo el show y como pasó en la gira del 2019 fue el cover que más me gustó de todo el setlist.
¿Robert Del Naja es Banksy? Algo que siempre está en boca de todos y que todavía no se ha demostrado, pero espectáculos como estos apoyan esa teoría, donde los contundentes vídeos de arte urbano y crítica se enlazan para crear un espectáculo inmersivo totalmente increíble y difícil de llevar a buen puerto por cualquier otro artista.
Otro de los principales atractivos de la jornada del jueves era el directo de Sam Smith. El concierto fue un gran éxito y su actuación destacó por la intensidad emocional y la poderosa interpretación de sus éxitos más conocidos. El británico ofreció un espectáculo que combinó sus baladas más emotivas con un despliegue visual impactante. El público respondió con entusiasmo y cantó canciones como Stay With Me y Unholy. Además, su carisma encima del escenario y su conexión con los asistentes hicieron de su actuación una fiesta donde los fans elogiaron su versatilidad vocal y su capacidad para conectar con el público, resaltando también la diversidad y la inclusión como temas centrales de su espectáculo.
Llegábamos al final del primer día con el set de la surcoreana afincada en Berlín. Peggy Gou, la sobrevalorada dj no me gustó absolutamente nada, su música comercial y su puesta escénica está claro que no van conmigo, pero pareció encandilar a todos los que se acercaron para disfrutar de su sesión y cerrar la primera de las tres jornadas del festival.
Texto: Manel Ferrer
Imágenes: Toni Rosado y Kalorama Lisboa