Primavera Sound 2022 Weekend 1: crónica del viernes 3
Escrito por Manel Ferrer el 04/06/2022
Después de una primera jornada de apariencia road trip americano para nosotros, asaltábamos de nuevo al Parc del Fòrum para afrontar una segunda jornada con nombres muy suculentos: la presencia de Beck o Autechre hacían de la noche del viernes una de las más exclusivas. A pesar de que algunos aspectos del festival habían mejorado respecto a la noche anterior, la cancelación de The Strokes hizo mella entre los muchos asistentes y los sustitutos de última hora, Mogwai, no parecieron satisfacer al personal.
Si en la jornada anterior Cigarettes After Sex habían puesto el punto de delicadeza, Low tenían esa misma misión para arrancar la jornada del viernes, y como no podía ser de otra manera la banda de Alan Sparhawk cumplió con su cometido a la perfección. El dream pop ensoñador de los de Minnesota hizo alarde de su directo, así nos lo explicaban amigos y compañeros a la salida del Auditori Rockdelux.
Al llegar al Auditori las enormes colas para poder acceder a Autechre me pusieron nervioso, este espacio se preparaba para recibir uno de los más suculentos conciertos de electrónica para esta edición. La presencia del dúo que forman Rob Brown y Sean Booth me tenían como un niño antes de abrir los regalos de reyes. Las contadas actuaciones y el misticismo que acompañan a Autechre hacen de ésta una de esas actuaciones imperdibles para todo aquel amante de la música abstracta y amantes del IDM, que ellos mismos forjaron junto a nombres tan relevantes como Aphex Twin, Boards Of Canada o LFO. Totalmente a oscuras y sin un ápice de visuales o nada que captara la atención, los de Manchester no hicieron concesiones a sus clásicos y se centraron en sonidos rotos, fríos y en el manejo de construir para luego deconstruir cortes de manera rotunda, llevando al extremo cualquier loop y haciendo lo que seguro muchos no son capaces de hacer o simplemente no se atreven por el rechazo del público. Cerrar los ojos y dejarte llevar a esos paisajes gélidos y de una base rítmica cortante era la mejor manera de entender la ecuación indescifrable que propone Autechre en sus, repito, muy exclusivos y apasionantes directos.
Increíble es lo que han conseguido los chicos de Fontaines D.C. Con tan solo tres discos y una temprana fama, los de Dublín han conseguido ponerse en boca de todos con una apuesta oscura y un sonido revival que inundan sus cortos, pero intensos conciertos. Desde que los irlandeses tomaran posiciones con el incombustible Grian Chatten (voz) al mando, entramos en una nueva era del post-punk aportando frescura y carácter. Lucid Dream y la acelerada Hurricana Laughter, de aires al más puro estilo P.I.L, formó un buen follón en las primeras filas por no hablar de los pogos que se sucedieron en todo el concierto. La gente lo dio todo y ellos como un tiro no paraban de soltar trallazos, A Hero’s Dead y Boys In The Better Land solamente hicieron que culminar un directo rotundo de estética ochentera en pleno siglo 21.
Y llegó el momento. «Dime Beck y lo dejo todo«, ese fue el grito de guerra de una chica justo antes de empezar el que, por méritos propios, fue el absoluto vencedor de la jornada del viernes y posiblemente uno de los mejores directos de la larga vida del Primavera Sound. Pocos nombres son tan relevantes como el de Beck, su sonido a modo coctel de estilos, desde el rock más sureño, el lo-fi o la electrónica, quedaron expuestos de manera magistral, ya que el rock bailable que gasta junto a la banda que le acompañó, fue de bandera. Beck reventó el escenario Pull&Bear en todos los sentidos, liando una fiesta de principio a fin y con una puesta en escena muy elaborada gracias a unas visuales rotundas y de gran calidad, por no hablar del super clase que es él, corre, baila y anima al público a seguirle el juego cuando toca.
Cierto es que el repertorio que lleva a las espaldas es muy extenso, pero aún así calibró un setlist a la altura de la situación. Demostró que la máquina está más que afinada y no dio tregua al aburrimiento. Desde que arrancara con Hyperlife, Mixed Bizness o una de mis preferidas Devils Haircuit, así se fue sucediendo un setlist en el que no faltó ninguna de sus piezas claves como es el caso de E-pro con la que lió un buen follón o el himno en mayúsculas que es Loser, una auténtica juerga es lo que consiguió liar, dejando a todos con una sonrisa de oreja a oreja.
Nos hubiera encantado ver a Jehnny Beth pero optamos por tomar un poco de aire con The National y reencontrarnos unos años más tarde con la banda de Matt Berninger. Cierto es que hace tiempo que no les sigo la pista, el tiempo para mí se paró con su aclamado “High Violet” (2010), del que hay que destacar esa pieza de corte romántico que es Terrible Love y que siempre enamora en directo. El setlist fue de lo más variado y repasaron prácticamente todos sus discos de manera armoniosa a partes iguales con la calidad.
Pocas sorpresas sobre el escenario con Caribou, a pesar de que me pareció uno de sus conciertos más flojos, Dan Snaith y su finísima puesta en escena dejaron un concierto sublime de electrónica bailable con tintes pop, con un repertorio en el que sus clásicos Sun, Odessa o Our Love combinaron a la perfección, con los cortes que componen “Suddenly” publicado en el 2020 y del que suplicábamos presentación en directo.
El de Ontario volvió a firmar otro concierto redondo donde demostró que estos cinco años entre Our Love y Suddenly no han sido en vano y temas como Home y Never Come Back fueron prueba de ello. Lástima que el concierto quedó empañado por un sonido muy pobre.
Poca gente hay más relevante que Jeff Mills en la cultura de club, el embajador del sonido de Detroit cerró la segunda jornada del festival en el escenario Dice, pulverizando discos al igual que tiraba de sintes y demás cachivaches. Las dos horas de auténtico frenesí dieron para mucho y reafirmaron que muy poca gente le pueden estar a la altura.
Texto: Manel Ferrer
Imágenes: Toni Rosado (The National por Eric Pamies, Caribou por Dani Cantó)
Xavi / 04/06/2022, (21:23)
Impresionante el bolo de Parket Courts. Creo que ha sido de lo mejorcito de esta edición.