Sónar 2019: crónica del sábado
Escrito por Via Aerea el 22/07/2019
“La edición de este Sónar se ha cerrado con unas cifras razonables y ha salido fortalecido”. Esto fue lo primero que dijo ayer al comienzo de la valoración del festival Ricard Robles, uno de los tres directores del festival.
Así es, Sónar cierra su 26ª edición con un total de 105.000 asistentes procedentes de más de 120 países. Según sus directores, el descenso en relación con el año anterior (126.000 asistentes) se debe principalmente al cambio de fechas y la huelga de los trabajadores de la Fira. Pese a mostrarse molestos por la gestión en la comunicación por parte de las instituciones, durante la rueda de prensa la organización destacó la fidelidad del público del festival y la calidad de las actuaciones, que se llevaron a cabo durante los tres días y las dos noches.
También aseguraron que están cerradas las fechas de los próximos tres años en el mes de junio. Las ediciones internacionales del festival suman dos nuevas sedes: México DF y Atenas también anunciaron el regreso de Sónar a Buenos Aires para noviembre de este año.
En esta edición, los nuevos ritmos urbanos tanto nacionales como internacionales se imponen como nuevas estrellas. Bad Gyal se presentó ante una audiencia que la esperaba con ganas de perrear y corear los éxitos de su corta pero intensa carrera. “Soundsystem” es el nombre del nuevo show donde la cantante catalana junto a sus bailarinas mostró su versión del dancehall. Bisutería, lycra fluor, y sensuales coreografías levantaron la temperatura del Village.
Por la noche, en una línea similar, el trap latino de Bad Bunny triunfaba en SonarClub. Anoche ha sido la última presentación del puertorriqueño que acaba de anunciar que se aleja de la música debido a la situación que atraviesa su país.
Nosotros, en el día más prolífico del Sónar, destacamos la movida sesión del ecuatoriano Nicola Cruz. Mientras medio mundo piensa que el dubstep, el trap y/o la EDM marca la evolución de la música electrónica, Cruz nos demuestra que en la música del pasado se pueden encontrar los ritmos del futuro. La muchedumbre bailando en el SonarHall aclama al artista como uno de los exponentes principales de la folktrónica y del slowmo étnico. Sus visuales de espíritu ancestral y tribal donde predominaba el rojo, colaboran en crear un ambiente chamanico.
También ha deslumbrado la sesión de 3 horas de la leyenda del house, el DJ Theo Parrish quien no suele visitar el país tan a menudo. Ha sido entrar en el SonarDôme by Red Bull y sentir en el cuerpo el puro amor de Parrish por la música y los vinilos. Con un Dj set simple: un mixer y dos platos Technics, aquí sobran las visuales, sólo hay lugar para la música y de la más pura, la que sale del alma de Theo. La pista baila sin parar y algunos de los fans llevaban las camisetas de su sello “Sound Signature”, que el propio artista vestía también. Su estilo propio viaja por el afrobeat, house, techno, funk, jazz, salsa, electro y garaje convirtiendo sus sesiones en únicas y difíciles de prescindir.
En el acogedor SonarComplex, la neoyorquina Kelly Moran con su espectáculo Grand Piano AV Live propone llevar este instrumento a otra dimensión. Más tarde, también en piano, escuchamos a Hauschka & Francesco Donadello.
Mientras tanto el Live de Red Axes llevó el Sonar Village al clímax con un directo de lo más enérgico. En el escenario, el dúo israelí actuó en formato trio, que al final se convirtió en cuarteto al sumarse una cantante. El público rendido bailó sin parar y al terminar el show aclamaron a la banda con fuertes silbidos.
Ya en Sónar Noche, para los amantes del house y para los que se buscaban algo más de Theo Parrish, esta noche es un regalo, mejor dicho, dos.
El primero, la sesión de 6 horas del SonarCar donde encontramos al mítico colectivo neoyorquino Body & Soul. Formado por François Kevorkian, Danny Krivit y Joe Claussell, es un placer escuchar la fina selección del trío a través de un soundsystem Funktion One. Eso sí, al querer revivir y disfrutar del house de verdad, los románticos del vinilo echarán de más, los Mac. Nosotros disfrutamos de la sesión.
El segundo regalo ha sido el b2b entre Louie Vega, la mitad de Masters at Work, y Honey Dijon, la DJ referente actual del house underground americano. Fue llegar y dejarnos llevar por los dos comandantes de la nave SonarLab, arranca la sesión y los primeros minutos prometen emociones fuertes. La energía de Honey es tan contagiosa que no puede dejar a nadie sin bailar y el abanico, accesorio estrella de esta edición de julio, es un elemento clave para seguir el ritmo de los dos.
Otro de los grandes reclamos de la noche del sábado fue el directo de Paul Kalkbrenner, uno de los estandartes del techno actual. El alemán volvió a Sónar Noche para presentar su octavo álbum de estudio, «Parts of Life», un nuevo trabajo con el que nos sitúa en la época de finales de los 80 y principios de los 90. Kalkbrenner, catapultado al estrellato desde que en 2008 protagonizara la película «Berlin Calling», mantiene en algunas de las nuevas producciones aquellas melodías de la banda sonora de la película, temas que quedaron grabados en el subconsciente de muchos.
Paul Kalkbrenner se convirtió a mediados de la década pasada en estrella de la electrónica de baile. Su dimensión de astro mundial se la debe en parte a la película «Berlin Calling» en la que hizo horas extra, además de ser el protagonista, también se encargó de su banda sonora. Sus producciones se sustentan en melodías que se quedan enganchadas al hipotálamo, tan brillantes como su progresión en el escalafón del techno mundial.
Para los amantes de la electrónica, el cierre de esta noche es de primer nivel. En paralelo al B2B que recién mencionamos, encontramos a Dixon en el SonarPub y Amelie Lens en SonarClub. Lamentamos no saber más sobre física cuántica y así poder desdoblarnos en el espacio y tiempo.
Esta edición de Sónar que fue la más global de todas nos ha permitido viajar sin salir del festival. Acabamos el festival con ganas de descubrir nuevos sonido en 2020, eso sí, en el tradicional mes de junio.
Crónica de Germán Pérez y Jessica Ho | Imágenes de Toni Rosado