#Sónar2014: Crónica del Sábado Noche y Valoración Final
Escrito por scannerFM el 16/06/2014
Bueno, y ya terminando lo que ha sido un sónar memorable, la última noche nos presentó una oferta aún más chichera que el viernes:
Yelle, con la misma energía y solvencia de siempre empezaron a caldear el ambiente nocturno, y ofrecieron un buen concierto. Sin nada sorprendente, pero muy resultón. Luego, el telonero de platino, lo que vendría a ser que James Murphy pinche antes que tú en un escenario. En la línea que pudimos bailar sin interrupción en DESPACIO, Murphy siguió con su modus vivendi disco y nos hizo bailar una vez más, esta ocasión en el algo menos íntimo que en el de día. La gente se iba animando y había un sentimiento de que el gran concierto era en el sónarPub, que todo el mundo quería ir a ver a Chic. Así que, con un poco de escepticismo, opté por la opción adecuada, esperando no pasar más de 20 minutos antes de buscar otra vez bombos por vena. Pero, vaya vaya con Chic.
Empezó como la broma de “vamos a ver qué hace Neil Rodgers con su vida ahora que se le ha aparecido el genio de la lámpara en forma de dúo de robots”, y acabó siendo el conciertazo. La fórmula era muy básica, la idea, genial. Apropiarse del concepto conciertos de Fiesta Mayor pillando temas conocidos, haciendo medleys mientras se anima el cotarro con el micro a modo de Jump, Jump o Clap your hands, y llevarlo al nivel leyenda del funky. Resultado ganador. Ello nos regaló momentazos como el Get Lucky, Let’s Dance, y Freak Out. Normalmente pasa lo contrario en este tipo de casos, cuando la gente quiere bistequeso y se encuentra con una banda tan suave optan por cambiar de escenario como las ratas en el barco. Pero, como decíamos, la idea fue genial y cazó perfectamente con el aura disco que sobrevoló este sónar de principio a fin. Y bueno, pues una de las actuaciones estelares del festival, que ya ves tú. Cuando se lo dije a mi padre pensó que me habría puesto fino filipino para que flipara con Chic en el sónar.
Acto seguido apareció Brodisnki con bastante pinta de House Mafia para poner un poco de orden al asunto. Por el baile de sambito entre break beat y el after matutino que llevaba, imaginamos que el chico estaba más animado de lo normal. Lo más destacable de su set fue el espectáculo de ver cómo se encendía un piti en el momento que apagaba el anterior. Feia patir, que diríamos los barceloneses. Pero bueno, iba a lo que iba, y sirvió para preparar el terreno antes que Boys Noize, A.K.A. unicej, saltara a la cancha.
Mientras, en el Lab, James Holden y Caribou estaban en pleno dj set (Holden quizás reconciliándose con el público que no sabía dónde meterse en su live de hacía un rato) con una propuesta seria y dura, sin andarse con demasiados rodeos. Y, joder, esto es lo que hace único este festival. Apenas unas horas antes James Holden presentaba un live de difícil digestión alejado del baile, y la noche anterior Caribou se marcó otro conciertazo que tal, pues ahí estaban los dos juntos repartiendo zapatilla.
Pero si lo que querías era gasolina, o directamente una batería eléctrica, el asunto estaba en el sónarPub con Boys Noize haciendo lo que se le da mejor, el bombardeo electro-techno sin tregua. Como siempre, ahí estábamos todos disfrutando hasta que las piernas ya no dieron más de sí. Los visuales se salieron, mezclando imágenes de la era internet 90’s, fuego pixelado, calaveras y los acids.
En definitiva…
Ha sido un sónar increíble, tanto por la programación como por la sensación que ha dejado entre todos sus asistentes. Lo mejor: la cola de DESPACIO otorgándole la la categoría de Dragon Khan, que en el césped del Village se está bien a todas horas, encontrarse a TODO el mundo (teniendo en cuenta que había 100.00 personas), el espacio Red Bull (y el acierto de traer a alguien como Louis Baker para los que supieron disfrutarlo), la facilidad de conexión Día / Noche, el cartelazo de cabo a rabo, la seriedad del +D (que podría ser solo fachada pero no), looks espontáneos como el tío que iba de luchador con la bandera de Inglaterra junto al Enterrador, tener a los 2manydjs y James Murphy currando más horas que algunos camareros, la batalla por la supremacía cultural entre las instalaciones artísticas post MACBA y el stand de Bershka, que algunos guiris intentaran comprarte el colgante hortera de plástico dorado de sónar- Bershka por 15 pavos, echar de menos el olor a vómito del césped artificial, niños con auriculares de taladrador que protegían sus inocentes oídos, las caras de la gente cuando por fin entraba en DESPACIO, salir del sónar de día y encontrarse con las fuentes encendidas y Queen a todo trapo (más de uno tuvo una epifanía), la nula pretenciosidad de la gente que va a lo que va, y un larguísimo etcétera que ha durado tres días y tres noches y se ha hecho corto.
Estaremos depres hasta el año que viene, pero si la cosa sigue con el listón marcado en esta edición no nos será difícil apechugar con nuestras miserables vidas trescientos sesenta y cuatro días más. Y como diría algún amigo al que ya he leído en facebook: gracias sónar, por existir.
*Texto: Darth Mike