Soulwax y Barcelona, un idilio constante
Escrito por Laura Villanueva el 29/01/2024
Crónica de Soulwax, 24 enero 2024, Razzmatazz, Barcelona
Si bien los hermanos Dewaele son unos constantes en la vida nocturna barcelonesa, no visitaban la ciudad en su formato más orgánico dese la prepandemia. Y si el mundo ha cambiado un poco desde entonces, el espectáculo de estos belgas sigue tan abrumador como en sus últimos lustros.
Soulwax se presentaron en la sala Razzmatazz de Barcelona con una puesta en escena muy similar a la de su show Transient Program For Drums And Machinery que presentaron en Sónar 2017, pero esta vez sus tres baterías estaban ubicadas en una espectacular estructura industrial, simulando unos andamios, y entre los que se encontraba Igor Cavalera de Sepultura y los baterías habituales Aurora Bennett y Blake Davies. Despojados de visuales y cualquier otro artificio, la iluminación y los juegos de luces siempre tienen una presencia muy importante en el directo de Soulwax.
Stephen, David, Stefaan Van Leuven y Layma Leyton comandaron unos fascinantes sintentizadores analógicos retrofuturistas para ofrecer lo que se espera de ellos: un electro-rock bailable por definición, en una “sesión” (fueron entrelazando los temas sin pausa hasta el parón hacia el bis) perfecta para sus fans, siempre inagotables.
Soulwax empezaron su show con dos nuevos temas, Hot like Sahara y Idiots in love, temas nuevos con riffs tan afilados como el de Song 2 de Blur, a los que seguirían una retahíla de temas de su último trabajo de estudio “From Deewee” (Missing Wires, Is It Always Binary, Do You Want To Get Into Trouble?, The Singer Has Become a Deejay o Here Come the Men in Suits, esta última enlazada a la perfección con uno de sus remixes más aclamados, el Work It de Marie Davidson).
Aún presentaron dos temas nuevos más (Polaris y New Earth Time) y no se hicieron esperar clásicos como E-talking, KracK, Another Excuse (en su versión remix de DFA), Miserable Girl o NY Excuse, que hicieron que un atardecer de miércoles alcanzara la energía de una fiesta tan salvaje como elegante. Finalmente acabaron con dos bises, el primero de la mano de Conversation Intercom (la única licencia a su primer trabajo “Much Against Everyone’s Advice) y otro de sus clásicos de su álbum “Nite Versions”, Accidents and Compliments, para cerrar con Goodnight Transmission.
En resumen, Soulwax emergen de su letargo de directos y el recital de Razzmatazz fue lo que todo el mundo se esperaba –y deseaba– de los belgas; y es que, si funciona una fórmula, ¿para qué cambiarla?
Texto: Laura Villanueva
Imágenes: Toni Rosado