En un mundo dónde todo se intenta homogeneizar, legislar y robotizar, existen pequeños refugios dónde el peligroso aburrimiento de la cordura y el oscuro y resignado raciocinio no han podido llegar. De hecho nunca lo harán..
Estos refugios a veces toman la forma física de personas; personas que en mi opinión son la única esperanza que nos queda al resto para reconstruir este hogar deshecho que es la Tierra.
Me refiero a que, cuando todos tengamos instalados mil chips y nano-robots en nuestra dañada masa cerebral, la naturaleza libre de esas mentes será el principal instrumento de lucha que le quedará al pueblo.
Hace muy poco estuvo en Canela En Surco una de esas personas, IVDB.
No hay más palabras, el resto son canciones.
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